Desde el principio, la Cervecería se convirtió en uno de los más importantes contribuyentes al Tesoro y es interesante destacar, que en el año 1937, Cervecería Boliviana Nacional pagó al Estado 20 millones de Bolivianos, mientras que las 3 grandes empresas mineras de Patiño, Hochschild y Aramayo, por concepto de impuestos sobre utilidades, transferencias, exportaciones, patentes fiscales, etc., llegaron a pagar 19.754.000 Bolivianos.